La realidad siempre que supera a todas las ficciones: Mi familia

Por Eugenia Cabó

Las historias que están en la pantalla se hacen nuestras cuando nos identificamos con los personajes. This is us, La niñera, Modern Family…
¿Y si les confesara que por momentos siento que la realidad supera la ficción?
Néstor y yo nos conocimos de estudiantes: él, ingeniería y yo, psicología. Si bien en ese momento no lo sabíamos, se estableció entre nosotros esa dinámica de charlas eternas, de tomar mate, de sueños juntos. Esa dinamica nos iba a mantener firmes y juntos aún en los peores reveses y nos iba a convertir en una dupla imbatible en los buenos:
No siempre el camino que nos espera es tan recto como nos gustaría. Perdimos 5 embarazos y un diagnóstico de infertilidad fue el primer gran duelo que enfrentamos. Ahí fue cuando emprendimos la ruta de la adopción, y de repente cambiamos las carpetas de estudios médicos por las de los juzgados.

 

Yair llegó a nuestras vidas para darle vuelta y llenarla de juegos y felicidad. Nuestro primer hijo. Años más tarde, llegaron Mateo y Benjamín para que, además de llenarla de juegos y felicidad, se vinieran las dinámicas entre hermanos, los sueños y la complicidad.

 

Trece años después del último intento, yo estaba embarazada de nuevo. Hicimos consulta con todos los especialistas, y con un embarazo de alto riesgo, estuve en reposo absoluto. Juan llegó a sus 25 semanas y por más que se hicieron todos los esfuerzos en Neonatología, era demasiado pronto para él.
No puedo describir lo que esto significó para nosotros. El dolor, las ilusiones rotas. De a poco, refugiándonos en nuestra fe y en nuestro amor como familia, Juan se convirtió en nuestro angelito, en quien pensamos todos los días de nuestra vida y lo tenemos presente.

 

Esto sembró otra posibilidad: la subrogación. Decidimos hacerlo en el exterior. Conocimos a una agencia, a la clínica y a la madre subrogada y fue una experiencia de abrir mucho la cabeza y el corazón. Hicimos tres tratamientos sin tener éxito. Otro duelo que tuvimos que superar lentamente.
Pero, así como no hay serie sin un giro argumental, a nosotros nos llegó otra sorpresa: yo volvía a estar embarazada. Volvimos a contactarnos con todo el equipo de especialistas que nos acompañaron con Juan y otro enero, con 31 semanas, llegaron a nuestra vida Simón y Franco. Y esta pareja que se conoció en el episodio piloto, de repente cumplió su sueño de ser padres de cinco maravillosos hijos.

 

Lo lindo de esas series es que nos marcan lo importante y en Pandemia, que además a nosotros nos significó un desarraigo de Paraná a Buenos Aires por el trabajo de Néstor y con hijos en adolescencia (otro capítulo lleno de aprendizajes) también dejé de postergar el contar mi historia para ponerla a disposición de los demás. Te cuento mi historia por si necesitas en este momento y estás buscando tu camino para ser mamá y espero que sientas contarme la tuya. Lo mágico es que tenemos la posibilidad de encontrar eco de cada uno de esos momentos caóticos y felices todos los días simplemente abriendo la puerta de casa. No, no de casa: del hogar que se forma construyendo día a día esos momentos que elegimos desde el corazón.