Simón y Franco
Con Simón y Franco estuvimos 40 días en Neonatología donde cada pasito, cada gramo que ganaban era una fiesta. Fueron pasando por las distintas etapas de la neo, fue un gran progreso y una emoción difícil de describir....
El nacimiento de un hijo es un momento único y trascendental en nuestras vidas, y es diferente con cada uno de ellos. Cuando el nacimiento se adelantó, como todo lo que sale de nuestros planes, es vivido con confusión y miedos.
Los bebés prematuros son aquellos que nacen antes de las 37 semanas de gestación. Son niños que llegan al mundo sin haber completado su desarrollo dentro del útero materno, por lo tanto, son más vulnerables.
Se dividen en subcategorías en función de la semana gestacional en la que nacen:
● Prematuros extremos menos de 28 semanas de gestación.
● Muy prematuros de 28 a 32 semanas de gestación.
● Prematuros moderados a tardíos de la semana 32 a la 37 de gestación.
Todo se vive con mucha intensidad: es un puerperio diferente que se vive en un espacio nuevo y desconocido como lo es la neonatología, entre sacaleches, lágrimas, chillidos de máquinas, partes médicos y la soledad de volver a casa con los brazos vacíos, agotados por el transcurso del día.
El hecho de que nuestros hijos permanezcan internados durante un largo tiempo crea una gran dependencia de los profesionales médicos y de la monitorización, enfermeras y puericultoras y se generan vínculos internos, pasamos gran parte del día con ellos.
Nacer antes de tiempo implica que el bebé permanecerá un tiempo hospitalizado hasta que, como mínimo, llegue a la fecha de parto en la que hubiese tenido que nacer. Además, la llegada de un bebé, que ya suele desequilibrar el ritmo habitual de la familia y la casa, si nace prematuro, multiplica las tareas de sus cuidados, sobre todo durante los dos primeros años de vida.
Por ello, cuando llega el momento tan ansiado y esperado del alta, aparece un sinfín de sentimientos: ansiedad, estrés, inseguridad y miedo de ser o no ser capaces de cuidarlos, aunque llevamos semanas haciéndolo.
Con Simón y Franco estuvimos 40 días en Neonatología donde cada pasito, cada gramo que ganaban era una fiesta. Fueron pasando por las distintas etapas de la neo, fue un gran progreso y una emoción difícil de describir....
Es un momento esperado y a la vez de mucha incertidumbre. Ahí, ya no están las enfermeras, monitores, médicos, puericultoras, y todo entramado de contención y apoyo que se genera en la neonatología. Además, el cansancio que sentía era abrumador, teníamos a Simón y Franco con nosotros, pero las preocupaciones y miedos a veces me invadían....