
17 Ago El carrusel de los recuerdos familiares
Por Eugenia Cabó
Recuerdos, olores, sensaciones, emociones. ¡Cuántas cosas vienen a uno cuando evoca una imagen o una situación! Es como rebobinar el reloj y transportarnos en el tiempo… Algunas nos llevan a lugares luminosos y otros más dolorosos…
Soy de esas personas que guarda todo cómo tesoros preciosos, cartas, flores secas de mi noviazgo con Néstor, el papel del chocolate preferido de aquel momento… pero quedan en mi retina otros momentos tan frescos que los puedo revivir a la perfección.
La llegada de nuestros hijos.
Yair, su carita de felicidad en nuestra primera mirada. Su ropa, sus primeros todos en casa, su primera comida, su cuna, su primer triciclo que aún conserva mi mamá en su casa y que pasó por Mateo, Benjamín, mis sobrinos en el medio y hoy 16 años después usan Simón y Franco cada vez que visitamos Santa Fe.
Lo recuerdo todo porque empezaba a tejerse nuestra gran obra, con nudos, ataduras, deshaciendo por momentos lo tejido, por momentos avanzando rápido y otros muy lento.
No hay obra ni proyecto más importante en el que hemos trabajado Néstor y yo, que nuestra familia.
Así somos, así es nuestra familia. A veces encontramos la punta del ovillo, y otras nos enredamos, porque se trata de eso: de elegirnos siempre.
Hoy nos toca no sólo seguir construyéndola, sino sostenerla. Aprender cada día, en cada nuevo desafío, cómo avanzar siempre de la mano y cómo cuestionarnos en lo que creíamos que sabíamos con certeza y resulta tan diferente al llevarlo a la práctica.
Es cierto q es difícil salir del automático, es cierto que el amor por momentos duele, es cierto que entregarse vale la pena y es cierto que siempre llega nuestro arco iris.
Pero todo carrusel da vueltas y a veces marea, nos cansa y bajamos para después volver a subir, renovados.
Hay momentos que me enojo
Hay horarios q las mamás nos abrumamos y nos sentimos
sobrepasadas
También hay otros q contagiamos entusiasmo
Optimismo
Somos las mejores maestras, doctoras, terapeutas de
nuestros hijos.
Recuerdo una vez que Liliana, nuestra terapeuta familiar, nos dijo en una charla, y quedó en nosotros grabado a fuego, pensar en ser una “Fábrica de buenos momentos”.
Es cierto que muchas veces, tapados en los quehaceres del día a día, cansados, pensamos que es difícil de lograr.
A veces hasta nos cuesta priorizar momentos de pareja por estar siempre pensando en nuestros hijos, o actividades diarias. Pero si cruzamos de vereda, y observamos nuestra vida, está llena de esos buenos momentos y es nuestro deber reconocerlos para que un día el carrusel no nos encuentre demasiado tarde. A veces serán fugaces y otros más largos y duraderos.
Y así llegan los recuerdos que dan vueltas y vueltas:
Primero de Néstor y míos,
Luego con Astor nuestro primer perro,
Amigos y familia,
Después con Yair,
Años más tarde ya éramos más… Néstor, Yair, Mateo …
Hasta la llegada de Benjamín…pensábamos que ya éramos una familia numerosa…
Pero toda esa felicidad, así como la vuelta del carrusel se termina, por momentos nos marea y nos enfrenta con otras preguntas incómodas: ¿Seremos buenos padres?
Yair, Mateo y Benjamín no estuvieron en mi vientre, no tienen nuestro ADN como ellos dicen, Pero se gestaron en nuestros corazones, en nuestros sueños, deseos, ilusiones y fueron y son hijos deseados que tenían derecho a tener una familia que los acobije, proteja, de amor. Es salir de uno para brindarse incondicionalmente a nuestros hijos.
Eso aprendemos los padres adoptivos. Así como elegimos a qué aparato subirnos en la vuelta del carrusel, elegimos ser padres, adoptar y amarlos sin condiciones.
No significa que no haya conflicto, que vivamos en perfecta armonía. Como Yair dice, somos una familia ruidosa, que salimos del automático, que atravesamos tormentas y que aprendimos a amarnos, cuidarnos, aceptarnos.
Hasta acá, lo más hermoso, es que esta vuelta de este carrusel tiene poco de diferente de una familia “ADN”, porque todos vamos construyendo y cultivando nuestros vínculos.
Y se me vienen encima de nuevo todos esos recuerdos.
Recuerdo el día que cada uno de mis hijos llego a casa, a nuestro
hogar…
Yair a sus dos años y medio llegando a casa, de repente la casa se llenó de juguetes, música infantil, Yair correteando con Astor.
Dejamos de ser solo una pareja de la noche a la mañana
Para convertirnos en una familia…
Ahí comenzó nuestra historia de ser padres
Rol que cada día nos ensena, modela….
Aprendemos sobre la marcha,
No hay camino igual a todos.
Mateo y su llegada ese octubre helado y siendo el primer bebé de la familia, pañales, chupete, mamaderas, las nuevas rutinas, buscar a Yair del colegio, las vueltas a la plaza los 4.
Ese día recuerdo mi cuerpo volvía a desbordarse de emociones…
Teníamos que reordenar la casa, horarios, rutina…
Empezo otro capítulo, ser padres de dos..
Repartir nuestro tiempo,
que hasta ese momento era exclusivo de Yair…
nuestras primeras salidas,
buscar con Mateo en cochecito a Yair por el colegio,
la salida a la tarde a la plaza,
las nuevas rutinas…
nuestro primer viaje los cuatro…
meses más tarde,
en ese enero que derretía la tierra.
llego Benjamín…
pensamos el más pequeñín de la familia…
no sabíamos que la vida tenía muchas más sorpresas para
nosotros….
Revolucionados, enamorados, cansados y cuidando estos tesoros que la vida puso en nuestras vidas.
En ese entonces, los fines de semana, nos íbamos a la casa de mi
mama, vive en Rincón, calles de arena, naturaleza…era nuestro
refugio…nuestro lugar para fabricar tantos buenos recuerdos…
Pasaban los anos, entre las actividades mías, la casa, los chicos…
Viajes familiares, viajes por primera vez solos con Néstor…
Cada etapa de los chucos tenía sus propios condimentos…y
nosotros. Los nuestros…logramos acompasarnos siempre…
Los 40 de Néstor, la adolescencia de Yair, Mateo y Benja en la
primaria…
Mis 40 anos…mi gran regalo, viaje familiar que programe, soné para
los 5. Maravilloso….
¿Cómo pasó? Y cuando llegaron mis 40, otro cimbronazo: estaba embarazada.
Una puerta que habíamos cerrado hacía muchos años por diagnóstico de infertilidad, de repente se abría con un portazo.
Sorpresa, una nueva vida latía dentro mío….
Asi como llegó de sorpresa y se fue demasiado rápido: Juan nació un 17 de enero a la madrugada y nos dejó el 19 de enero. Sin dudas, lo más difícil que nos tocó atravesar como familia, como padres…
Ahí estaban mis 3 soles para darme aliento y volver a empezar…
Juntos los 5 aprendimos a volver a empezar, viendo como Juan ilumina nuestros corazones todos los días….
Mientras la música empieza y otra vuelta en el carrusel está a punto de arrancar, les cuento que sembró una nueva semilla con las ganas y deseo de ser padres de nuevo.
Al tiempo, con el corazón más repuesto nos animamos a transitar el camino de la subrogación.
Lleno de nuevos aprendizajes y enseñanzas
Que si bien no funciono para nosotros
Quedan en mi corazón todas esas experiencias y personas que nos acompañaron en el proceso.
Y aprender a que hay que juzgar menos los caminos del resto y escuchar con el corazón más abierto.
El carrusel se detiene de nuevo. Uno cree que se quedó sin fichas y ya basta de dar vueltas, pero antes de poder bajarnos, otra noticia puso en marcha de nuevo la música, las luces y la vuelta…
Estaba embarazada otra vez.
de mellizos.
Nuevamente llego mi internación, reposo absoluto, cerclaje esta vez, abdominal, trombofilia, diabetes gestacional.
A Y ahí estábamos los 5 más nuestros seres queridos
Dia a día
Poniendo lo mejor
Equipo médico, tratamientos, controles, con algunos sustos, pero ganamos días, semanas, meses.
A las 31 semanas, un 18 de enero, llegaron Simón y Franco.
Entramos nuevamente a la Neonatología
Donde despedimos a Juan.
Ahora estábamos ahi de nuevo un enero
Por esas coincidencias que la vida nos regala
Pasaron 40 dias..
Estábamos todos sumando para salir adelante.
Para reunirnos por primera vez nuevamente los 7
Difícil, cargado de emociones, miedos,
Papas de adolescente ultimo ano del colegio
De dos entrando adolescencia y terminando primarias
Y de mellizos que necesitaban nuestro cuidado y atención 100%
Dimos lo mejor,
Buscamos ayuda…
A medida que los mellizos crecían y pasaba el tiempo,
Los miedos seden,
Empezamos a relajarnos más…
Cuando pensábamos que los miedos ya estaban detrás y después de que el carrusel frenó y nos contamos lo que nos gustó y lo que no: nos volvimos a subir a uno.
En el 2020 nos mudamos de Paraná a Buenos Aires.
Yair empezaba facultad
Mateo y Benjamín secundaria
Néstor emprendía un nuevo proyecto profesional
Mudanza
Recalcular
Volver a empezar
Cambio de Ciudad, casa, colegio, buscar jardín….
Dejar nuestra casa
Nuestra ciudad,
Nuestra familia
Si bien en la cuarentena por momentos parecía que el carrusel no se movía, nos permitió aprender a estar en pausa para parar la pelota y repensarnos. El carrusel sigue fabricando buenos momentos.
Volver a sentirte parte
En un nuevo lugar
Nuestro hogar
Y lo mejor es que mientras estemos juntos, todos estamos listos para una vuelta más al ritmo de nuestra música. ¿En qué vuelta sentís que estás?
No hay comentarios